Bajamos el barco al agua para seguir trabajando desde el amarre, pero el día 28 de Septiembre tenemos un susto de muerte. Me llama mi amigo
Jose para decirme que el barco se esta hundiendo. Gracias a la rapidez de la marinería del club (
Ramón y Farit), que remolcan el barco hasta el traveller, logramos salvarlo.
Había entrado agua por un grifo de fondo del imbornal, así que los cambiamos todos para asegurarnos la tranquilidad.
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