Tirando mano de viejas piezas de desguace conseguimos sanear el palo redefeniniendo altura de crucetas y peldaños.
Aprovechamos las viejas crucetas y montamos un enrollador de Génova.
Para compensar el ligero sobrepeso del palo hacemos los cálculos y rellenamos la sentina con hormigón. Recordando alguna travesura infantil grabo el nombre de mis hijos.
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